Es una yerba suave agradable. Sin agregados químicos en su producción. Cosechada a mano por pequeños productores, secada sin humo y estacionada por 12 meses.
Santa crece en el monte nativo, en su entorno natural, es silvestre, quiere decir que no es de plantaciones. Por eso no tiene tratamientos químicos
Yerba mate orgánica cosechada bajo la sombra de montes nativos, asegura un sabor mucho más suave y delicado, al recibir sombra en forma permanente a una temperatura moderada y con menor exposición al viento y al sol. Esto favorece la diversidad biológica disminuyendo la erosión del suelo.